Las integrantes de Desacato Feminista hemos reflexionado de manera individual y colectiva sobre este proceso de debate, seguras de que nos anima un espíritu propositivo y democrático. Este documento presenta nuestras conclusiones y los pasos que queremos andar de aquí en adelante:
- Reivindicamos nuestra postura, como colectivo y como feministas. Nuestras palabras y posturas surgen de nuestras propias reflexiones y no somos voceras de nadie distinto a las cuatro feministas que pertenecemos a este colectivo, de ahí que reafirmamos que el origen de nuestras diferencias son nuestras convicciones y nuestra apuesta política.
- Nuestra crítica se ha dado teniendo en cuenta que nosotras mismas hemos sido parte de este proceso y por ello nos sentimos co-responsables del curso que ha tomado la organización del 12 EFLAC. Sin embargo, consideramos que los espacios no han garantizado la expresión del disenso o la diferencia dentro de la organización. Diferencias que se construyen en el proceso y que no pueden ser negadas simplemente con el argumento de que no se expresaron desde el principio.
- Consideramos que hay una grave divergencia entre lo expresado en el documento central del 12 EFLAC: Desatar, Desnudar y Reanudar y las prácticas reales en la organización del evento. Si como se ha dicho, “el Encuentro ya empezó”, consideramos que asuntos básicos como llevar adelante un proceso abierto, inclusivo y plural, en donde tuvieran voz y participación las regiones y feministas de todo el país han sido reiteradamente incumplidos. Voces de las regiones expresaron el desacuerdo con el monto de la inscripción y el lugar del Encuentro y nunca se abrieron los escenarios que permitieran circular estas diferencias.
- Consideramos que no somos reconocidas como pares o interlocutoras válidas. Recordamos con Mouffe, que expresar la diferencia es parte de un proceso democrático, en el que se deben propender por plantear conflictos no antagónicos sino agonistas: “el agonismo establece una relación nosotros-as/ellos-as en la que las partes en conflicto, sin bien admitiendo que no existe una solución racional a su conflicto, reconocen sin embargo, la legitimidad de sus oponentes. Esto significa que, aunque en conflicto, se perciben a si mismos como pertenecientes a la misma asociación política, compartiendo un espacio simbólico común dentro del cual tiene lugar el conflicto”.
- Consideramos que las decisiones han sido tomadas al margen de cualquier debate. En ese sentido, se ha querido instalar la idea de que estamos boicoteando el EFLAC y no lo que en realidad hemos querido: proponer, debatir y criticar para construir. Se ha planteado nuestra postura como antagónica con el fin de restarle legitimidad y con ello ignorar el conflicto.
- Sabemos, porque hemos estado allí, que la decisión sobre el lugar del EFLAC se tomó de manera mayoritaria pero no consideramos que sea una decisión colectiva como expresan en la carta que nos enviaron. Para nosotras lo colectivo tendría como base un consenso, consenso que no se logró y que se resolvió votando y por mayoría. Frente a lo que sólo queremos traer la reflexión de Elias Canetti “Nadie ha creído nunca de verdad que la opinión de la mayoría en una votación sea también por su mayor peso, la más sensata”.
- Siguiendo con nuestra idea de plantear un conflicto agonista, queremos manifestar que en este momento lo que está en juego y lo que estamos retando es un tipo determinado de relaciones de poder. No estamos de acuerdo y estamos dispuestas a luchar por transformar la creciente concentración del acceso al dinero de la financiación y de la toma de decisiones. Desde nuestro punto de vista hay diferencias de clase profundas que se manifiestan en el peso que se le da a la voz de unas y de otras y su influencia en las decisiones que se toman. Nos oponemos a reproducir esa tradicional práctica patriarcal de que quien tiene el dinero es quien manda y es al dinero al que hay que obedecer.
- En ese sentido, consideramos que el dinero de la financiación del EFLAC lo lograron las responsables de la tarea por el carácter político, simbólico e histórico que tiene dicho Encuentro y no por acciones individuales. Desde luego se necesite quién redacte un proyecto, pero el dinero no se lo dan a una persona, sino al feminismo de América Latina y el Caribe.
- Seguimos seguras de que el Encuentro no es de quienes lo organizan sino de las feministas de la región y de Colombia en su conjunto. Por ello no vamos a claudicar en nuestro empeño por seguir en el debate. Seguiremos participando en los foros que se abran y sobre las temáticas que nos convocan pero no desde las comisiones organizadoras sino en nuestro carácter de feministas. No queremos cancelar el diálogo ni cerrar la puerta al debate sino resituarnos, desde una posición en la que nuestras posturas no sean acalladas por el hecho de ser parte de la organización del EFLAC.
Bogotá, agosto de 2011
Celenis Rodríguez Moreno
Diana Gómez Correal
Angélica Bernal Olarte
Alejandra Ortiz Valencia
Hermanas sin fronteras, me alegra que las feministas no se les quite las ganas de apostarle a un mundo en donde podamos sentir y expresar lo que queremos para poder vivir como merecemos todas las mujeres, con DERECHOS!
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