lunes, 6 de junio de 2011

Somos prescindibles

Aunque reconozco que de forma artificial, quiero establecer un vínculo entre hechos que a primera vista tendrían poco que ver uno con otro. El primero, la renuncia de Mariela Barragán a la terna del Polo que busca designar el reemplazo de Samuel Moreno en la alcaldía de Bogotá; en segundo lugar, la posterior incorporación de Clara López a dicha terna; y, por último la renuncia de la ministra de Defensa e integrante de la Comisión Ejecutiva, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Carme Chacón, a presentarse a unas elecciones primarias para definir el o la candidata a la jefatura de gobierno en las próximas elecciones.

Reconozco la distancia no sólo geográfica sino también política de los hechos, pero me atrevo a ponerlos en el mismo plano porque son síntomas cada uno a su manera, del papel y el carácter prescindible que tienen las mujeres en política. Para ello quiero retomar las palabras de un político español a quien le preguntaron por el evidente incumplimiento del acuerdo previo de realizar unas primarias para elegir entre la ministra y el vicepresidente, al/a candidato/a del partido, quien afirmó que: el escogido (nombrado como candidato por los “Barones” – todos son varones- del partido) es el "candidato natural" y "legítimo". Afirmaciones hechas por un integrante de un partido que ha tenido como bandera principal “la igualdad”. Los argumentos dados por la Ministra sugieren que renunció por el “bien del partido” y la “estabilidad del gobierno”.

En el caso de Bogotá, y en particular del Polo, Mariela Barragán, era la única de esa primera terna con experiencia real y amplia en asuntos administrativos y de gobierno, que ante la acusación de estar inhabilitada, renunció de manera inmediata a la oportunidad de ser elegida para evitar que el proceso se dilatara más de lo que ya lo hace el presidente. ¿Habría hecho lo mismo Tarcisio Mora o Jaime Moreno si fueran ellos los acusados?

Clara López, quien ha estado al frente del Partido en su peor momento, con un proceso de construcción de liderazgo al frente de la Secretaría de Gobierno y con un claro interés de ser candidata a la alcaldía; ha sido incluida en la terna lo que considero, va en detrimento de su interés personal de hacer carrera política, si resulta elegida para cerrar el periodo de gobierno de la alcaldía. Seguramente el tiempo que resta se quemará en defenderse de acusaciones de corrupción y en dar la cara a los evidentes problemas de la ciudad. Nadie va a decir públicamente, ni siquiera un integrante su partido, que seis meses no son suficientes para resolver los problemas que la ciudad no ha resuelto en años.

En estos casos, las mujeres renuncian al logro de su ambición personal (uno de los ingredientes del quehacer político), en nombre del bien del partido, del bien del “colectivo”. Cuando hay que prescindir de alguien, si hay que sacrificar a alguien, esas son las mujeres que en todo caso siempre han sido más “seguidoras” que “lideresas”. La exclusión de las mujeres de la política no se diferencia en partidos de izquierda o de derecha. Ninguno de los dos espectros ofrece un escenario propicio para la ambición de las mujeres, porque lo que es “legítimo y natural” es que sean los varones los que hacen política, ellos no renuncian ni se sacrifican, ellos son políticos. Nosotras, somos prescindibles.
Bombón

1 comentario:

  1. ¡Qué triste constatar esto en nuestra vida diaria! Mi mami iba como candidata a JAL, pero su partido la “descarto” en aras a las alianzas. ¡Bonito partido, bonitos cambios, bonitos discursos de izquierda! Son solo discursos!

    ResponderEliminar