"Me quemaron por hereje, por impía, porque me atreví a curar a los enfermos con hierbas recogidas en noches de luna llena. Me sometieron al fuego para que se olvidaran de mi mal ejemplo, mi impertinencia, mi rebeldía, mi desafío a la ciencia. Purificaron con llamas mi cuerpo para borrar las huellas de mi placer, de las manos que centímetro a centímetro me hicieron vibrar. Quemaron mis ojos, mis sentidos para impedir que adivinara el pasado, el presente, el futuro con solo ver la palma de las manos o el humo del tabaco. Quemaron mis manos para quitarle todo su poder sanador. Quemaron mi memoria para que nadie más aprendiera de mis secretos, de mis magias, de mis alquimias. Quemaron mis pies para que no fueran vistos danzando como el viento en las noches de aquelarre. Quemaron mis conocimientos para evitar que convirtiera la plata en oro, los príncipes en sapos, las flores en esencias que atrajeran al amado o ahuyentaran al enemigo, Me quemaron y esparcieron mis cenizas sobre todos los confines de la tierra para que nadie nunca más osara volver a proclamar su dominio sobre la naturaleza"
Gloria Velasco G AGENDA MUJER CALI